Skarlett Ramos: "Quiero devolver a Hornitos todo lo que me ha dado"
Skarlett tiene 32 años y está agradecida de todo lo que le ha dado su caleta, lugar que la ha visto nacer y crecer. Hoy es profesional, trabaja en Antofagasta, y a pesar de que tiene que dividir su tiempo, sigue viviendo Hornitos junto a sus hijas y su familia. Hoy está comprometida con llevar un proyecto cultural a la caleta, que sea un espacio de encuentro y panoramas especialmente para los niños, niñas y jóvenes, que hoy tienen que salir a otras localidades para encontrar actividades.
¿Cuál es tu vínculo familiar con Hornitos?
Mi familia fue de las primeras en llegar a Hornitos y mi tata, mi papá, mis tíos, mis primos, son todos buzos mariscadores, por lo que siempre he estado muy ligada a la caleta. Mi vínculo con Hornitos es maravilloso y especial, le tengo un amor indescriptible, no lo podría definir pero siento muchísimo cariño por todo lo que me ha entregado y también lo que me ha podido entregar mi familia gracias a los recursos que hay en la caleta.
Me contaron que Panchulo marcó tu infancia, ¿quién es?
Esta historia es muy linda y emocionante. Tenía 7 años y un día mi papá llegó un con un pingüino que estaba cojito. Panchulo le pusismos con mis primas. Estuvo con nosotros como tres meses, lo cuidamos, mi papá con mis tíos le traían pescado. Todos se querían sacar fotos con el Panchulo. Le teníamos una piscina, lo llevábamos a la playa, era muy divertida nuestra vida con Panchulo, porque en Hornitos no había nada entretenido, ni siquiera juegos, nada de nada. Con mi prima y una vecina jugábamos todo el día con el Panchulo, él tenía toda nuestra atención.
Pasaron algunos meses, se recuperó de su patitia porque le pusimos una tablita, y un día Panchulo se fue; nos dejó, se volvió a su hábitat natural. Nosotras quedamos muy muy tristes, pero lo fuimos a despedir, le decíamos "chao Panchulo". Se fue lleno de amor. Me acuerdo que lo bañábamos, porque tenía olor a pinguino, jaja, lo peinábamos, jugábamos. Él fue muy feliz. Eso marcó mucho nuestra infancia.
Después del colegio te fuiste a estudiar a Antofagasta, ¿cómo fue ese proceso?
Yo estudiaba en el colegio en Mejillones. Viajaba todos los días desde Hornitos a Mejillones y después de vuelta. Fue una etapa muy sacrificada de mi vida porque el bus pasaba a buscarnos a las 6:30 ó 7:00 de la mañana y teníamos que esperar hasta las 7 de la tarde, a que saliera el último niño, para poder devolvernos a Hornitos.
Después, la enseñanza superior la hice en la Universidad Santo Tomás, en Antofagasta. Estuve 4 años viviendo de lunes a jueves en Antofagasta y los viernes me devolvía a Hornitos hasta el domingo. Fue muy sacrificado porque me tuve que ir sin mis papás, a vivir a la casa de unas tías.
Con mi prima nos dimos cuenta de que si bien Hornitos nos acogió, nos brindó los recursos para seguir estudiando y nos abrió puertas, llega un momento en que para poder seguir adelante, para poder surgir y ser alguien en la vida, lamentablemente te limita mucho porque no hay posibiilidades de nada acá. Yo ya tenía a mi hija mayor, entonces tuve que seguir buscando oportunidades, y estudiar es la clave del éxito, asique tuve que hacer lo necesario para seguir estudiando.
¿Por qué te interesó ser parte de este programa?
Hornitos me ha entregado tanto, tuve una niñez maravillosa. Por eso me interesó, porque quiero devolver a Hornitos todo lo que me ha dado. Mi abuelita me enseñó eso, a trabajar duro no solo para mí sino que también para el resto. Quiero dejar algo, que la gente tenga la posibilidad de disfrutar en el mismo Hornitos sin tener que ir a otras partes. Hoy hay que hacer un sacrificio adicional, ver cómo devolverse porque no pasan buses, no todos tienen la posibilidad de tener un auto o de viajar con alguien y que vayan a estar seguros, hay un costo extra.
EL PROYECTO: DISPOSITIVO CULTURAL MÓVIL
Skarlett es parte del programa Aceleración de comunidades costeras de la región de Antofagasta", y junto a su mentor Jorge Möller, especialista en turismo sostenible, ha estado trabajando en el diseño de un "Dispositivo cultural móvil", que permita llevar actividades culturales y de esparcimiento a Hornitos.
¿De dónde surge tu interés por actividades relacionadas con esparcimiento o culturales?
Cuando era muy niña siempre me preguntaba por qué todo pasaba en otros lados y no en Hornitos. No está la opción de disfrutar de un show, de un cantante, de escuchar a alguien tocando algún instrumento, de que los niños tengan algún tipo de diversión y que no se tengan que trasladar a Mejillones, por ejemplo, para la fiesta del niño, de la navidad, etc. Siempre tienen que hacer un sacrifio extra y desde ahí se da la iniciativa de desarrollar mi proyecto. Mi objetivo era crear algo en relación a las necesidades que yo pasé y que la gente de mi caleta sigue pasando y que además permita activar el turismo, para que llegue más gente.
¿En qué etapa está tu proyecto hoy?
Estamos en etapa de construcción de la infraestructura del dispositivo, que es un tipo de carro. Después tenemos una semanas para definir la identidad local. Por ahora estamos haciendo mucho seguimiento desde muy cerca para apurar la construcción. Este proyecto es para la comunidad, no es un beneficio solo para mí.
Con esto además surgió la idea de reactivar una feria que teníamos para instalarla a un costado del carro cuando esté listo, para que todas la mujeres que se quieran sumar puedan vender sus productos y todo lo que quieran y que así ellas también se sientan apoyandas y no olvidadas. Acá hay muchas mujeres que están olvidadas, que viven solo de la pesca. Este proyecto da otro plus, queremos hacer cosas por nuestra caleta todas, estar en la misma sintonía de ayudar, de apoyarnos, de trabajar juntar y así ganar todas. La unión hace la fuerza y así lo vamos a ejecutar.
Creo que el proyecto va a ser una ayuda increíble para toda la comunidad, para los turistas, que los vamos a llevar a vivir una experiencia, se van a poner llevar un regalito de Hornitos, porque hoy día no hay nada.
¿Qué ha significado para ti ser parte de este programa y trabajar junto a tu mentor?
Mi mentor, Jorge Möller y su equipo de trabajo son personas increíbles, maravillosas, tengo solo palabras de agradecimiento y admiración por lo que vamos a lograr y estamos creando. Tienen una calidad humana indescriptible, no tengo palabras más que de emoción y orgullo, por todo lo que me han nutrido y apoyado.
Este proyecto llegó en una etapa muy difícil de mi vida donde creo que Dios y el universo me eligieron. Es una bendición haber nacido en Hornitos y otra haberme puesto a estas personas en mi camino. Con este proyecto vamos a brindar experiencias únicas a la gente con un sentido de cultura, de ayudar al prójimo, porque además le vamos a dar trabajo a la misma gente de acá.
¿A quién te gustaría agradecer?
A todos los que están detrás de este programa, a Nérida, Smartrip, a mis mentores, por el apoyo que me han dado durante estos meses, estoy muy agradecida también de mis hijas, de mi familia, porque creyeron en mi proyecto, en todo lo que yo tengo para darle a mi comunidad.
Son un montón de emociones que tengo, y ya deseo que llegue ese día que en el verano estemos ahí dándolo todo en la inauguración.